¿Qué beneficios aportan los complementos alimenticios?

En teoría, nuestra dieta -si es variada y equilibrada- debería bastar para satisfacer nuestras necesidades de nutrientes. Pero no es tan fácil cumplir con las famosas "5 frutas y verduras al día" con las que todo quedaría satisfecho.

De hecho, casi 1/3 de las mujeres y 1/5 de los hombres tienen al menos una carencia nutricional. Las más frecuentes son las carencias de hierro y magnesio. En cuanto a las dietas de adelgazamiento o los patrones alimentarios particulares (vegetarianismo, veganismo, síndrome de ortorexia, etc.), también pueden provocar carencias que es necesario regular.

Generalmente a base de plantas o extractos naturales, los complementos alimenticios permiten suplir ciertas carencias y resolver así muchos problemas relacionados con el organismo.

¿Qué son los complementos alimenticios y qué contienen?

Los complementos alimenticios o suplementos dietéticos se definen como "productos alimenticios destinados a complementar una dieta normal y que constituyen una fuente concentrada de nutrientes u otras sustancias con un efecto nutricional o fisiológico". Se rigen por la normativa europea relativa a su fabricación y comercialización.

Pero los complementos alimenticios no son medicamentos. Aunque se presenten en forma de cápsulas, pastillas, comprimidos, ampollas y otras formas de preparados líquidos o en polvo destinados a ser ingeridos en pequeñas unidades medidas, no constituyen en ningún caso una alternativa a los medicamentos prescritos por un médico y/o dispensados por un farmacéutico. Las sustancias contenidas en los complementos alimenticios no tienen efecto terapéutico y no están destinadas a prevenir o curar ninguna enfermedad.

Los complementos alimenticios pueden contener nutrientes (vitaminas y minerales), plantas, sustancias con finalidad nutricional o fisiológica, ingredientes tradicionales (por ejemplo, jalea real), aditivos, aromatizantes y coadyuvantes tecnológicos (soportes de aditivos) autorizados para su uso en la alimentación humana.

Estos productos se venden sin receta y se distribuyen ampliamente en farmacias, supermercados, tiendas de dietética y en Internet.

¿Qué beneficios aportan los complementos alimenticios?

Si los complementos alimenticios son eficaces, es sobre todo porque contienen principios activos. En los productos naturales, estas sustancias activas están contenidas en plantas, verduras, frutas, etc.

Vitamina C, vitamina D, magnesio, calcio, omegas 3, 6 y 9, minerales, hierro, antioxidantes, flavonoides, polifenoles, gingerol, guaranina, cafeína, curcumina... A menudo habrá oído hablar de estos diferentes principios activos sin saber realmente para qué sirven. De hecho, los principios activos son el primer criterio de calidad que hay que tener en cuenta. Es esencial para elegir un complemento alimenticio. Su naturaleza y concentración condicionarán la eficacia de éste. El contenido en principios activos de un producto determina su grado de eficacia, pero también la dosis recomendada para el producto. En cuanto a la eficacia de un producto, todo depende de los principios activos y de su concentración.

Los principios activos actúan sobre el cerebro, sobre la secreción hormonal y sobre todas las funciones del organismo. En la mayoría de los casos, las estimulan y mejoran. Pero también en este caso, todo depende del principio activo y de su concentración en el producto. Cada suplemento tiene sus propios ingredientes activos. El ginseng rojo coreano ecológico, por ejemplo, es eficaz si tiene un alto contenido en ginsenósidos. Lo mismo ocurre con la cúrcuma y sus curcuminoides (entre los que se encuentra la curcumina).

Son estos principios activos los principales responsables de los beneficios para la salud de los complementos alimenticios. Sus beneficios son numerosos:

  • Refuerzan el sistema inmunitario: es el caso de las vitaminas C y D, el zinc, el propóleo, etc.
  • Suplen las carencias: en hierro, calcio, vitamina C, magnesio... y por ello pueden prescribirse en caso de anemia, por ejemplo.
  • Pueden ser energéticos, sobre todo los elaborados a base de ginseng, bayas de goji, etc., por lo que se recomiendan en caso de fatiga o al practicar una actividad deportiva.
  • Favorecen el crecimiento de las uñas y el cabello y la belleza de la piel: en particular, betacaroteno, levadura de cerveza, cápsulas de aceite de onagra.
  • Hierbas como la lavanda, la pasiflora, la valeriana y el espino blanco alivian la tensión nerviosa y el insomnio, y también pueden consumirse en forma de infusiones.

¿Cuándo tomar complementos alimenticios?

Como hemos visto, se utilizan de forma puntual para responder a una necesidad específica. Sin embargo, algunos -como recomienda la medicina tradicional china- pueden tomarse en forma de tratamiento en el momento del cambio de estación para reforzar el tono corporal, fortalecer el sistema inmunitario, limitar la caída otoñal del cabello, etc.

En cuanto a la frecuencia de toma, confíe en las instrucciones del prospecto de sus complementos alimenticios. No obstante, recuerde que es aconsejable tomar las vitaminas durante o justo después de una comida. Al ser liposolubles, se absorben mejor si están en contacto con un elemento graso del estómago. La absorción de minerales y oligoelementos es a veces más delicada. Por ejemplo, el té tiende a anular la acción del hierro, mientras que la vitamina C la potencia.

¿Qué precauciones hay que tomar?

Aunque se pueden adquirir libremente, los complementos alimenticios no deben tomarse a la ligera. Como en el caso de un medicamento, conviene respetar la posología y la duración del tratamiento prescritas por su especialista o aconsejadas por la marca que los comercializa. Del mismo modo, es mejor evitar las mezclas para eliminar cualquier riesgo de sobredosis o interacción (con otros complementos alimenticios o incluso con medicamentos).

Como ya se ha mencionado, un complemento alimenticio actúa en paralelo a una buena dieta. Aunque los beneficios de los complementos alimenticios son numerosos, no son simples milagros. Para garantizar sus buenos efectos, debe combinarlos con una dieta sana y una nutrición variada. Esto es especialmente cierto si desea potenciar la pérdida de peso o prevenir enfermedades cardiovasculares.