¿Por qué es importante comer bien?

Una buena alimentación desempeña un papel esencial en nuestra salud. Reduce el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades crónicas y aumenta así la esperanza de vida. Esto se debe a que los alimentos proporcionan la energía necesaria para que nuestras células funcionen correctamente y permiten que nuestro organismo se desarrolle de forma armoniosa. Por eso es esencial vigilar lo que comemos, tanto en términos de calidad como de cantidad.

Una buena nutrición no sólo mejora nuestro bienestar físico, sino también nuestro estado de ánimo, ya que nos ayuda a sentirnos con más energía.

Una buena alimentación es uno de los hábitos más importantes para gozar de buena salud -física y mental- y calidad de vida. Por eso se hace hincapié en la importancia de adoptarla y mantenerla en el tiempo junto con otros hábitos saludables, como el ejercicio regular, una buena rutina de descanso, etc.

¿Qué es una buena dieta?

Como hemos dicho, una buena dieta es aquella que aporta al organismo todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente a lo largo del día.

No debe excluir ningún grupo nutricional, debe ser variada y debe adaptarse a las necesidades del organismo en función de la edad, el peso y la salud.

Para garantizar comidas completas y controladas en calorías, no es aconsejable improvisar los menús. Lo ideal es planificar de antemano cada plato, para no sustituirlo por alimentos perjudiciales.

¿Cuáles son los principales beneficios de una dieta sana?

Una dieta variada y equilibrada, combinada con una actividad física regular, proporciona una sensación de bienestar y ayuda a mantener una buena salud. Esto se debe a que los alimentos :

  • Proporcionar la energía necesaria para el funcionamiento diario del organismo ;
  • Permitir que el cuerpo se desarrolle, se fortalezca y evolucione.

Por eso es importante vigilar lo que se come, tanto en cantidad como en calidad.

Además, se recomienda tener en cuenta las necesidades específicas en determinados periodos de la vida:

  • Durante la infancia: (de 0 a 3 años);
  • Durante la infancia y la adolescencia: (de 3 a 18 años);
  • En mujeres embarazadas: una dieta equilibrada durante el embarazo;
  • En los ancianos.

¿Por qué una dieta sana?

Para mantener sanos nuestros intestinos

Nuestros intestinos albergan miles de millones de bacterias beneficiosas. Estas bacterias son esenciales para el buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo, especialmente en la digestión y asimilación de nutrientes. Una dieta rica en frutas y verduras tiene un efecto probiótico, ya que contribuye al desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas para el colon y, en general, para la salud.

Así que comiendo suficientes verduras, frutas y productos fermentados naturalmente ricos en probióticos, puedes mejorar la salud de tu colon.

Para preservar nuestro sueño

La buena calidad del sueño está condicionada por muchos parámetros, entre ellos los factores nutricionales. La obesidad puede interferir en la respiración y, por tanto, en el sueño. Perder algunos kilos puede mejorar la situación. Reducir el consumo de alcohol y de bebidas con cafeína (café, té, etc.) garantiza un sueño reparador.

Para mantener el buen humor

Existe una estrecha relación entre el estado de ánimo y la dieta. Según un estudio publicado en el American Journal of Psychiatry, una dieta basada en alimentos procesados ricos en hidratos de carbono (hamburguesas, pan blanco y azúcar, por ejemplo) se asocia a una mayor probabilidad de sufrir estados depresivos y trastornos de ansiedad. Por tanto, ¡una dieta sana puede contribuir a nuestro buen humor!

¡Y por nuestra memoria!

Una dieta sana puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo. Los estudios han demostrado que las dietas desequilibradas ricas en grasa y azúcar pueden causar daños cerebrales. Es esencial para la longevidad del cerebro y el mantenimiento de la memoria. En los adultos, nutrientes como los ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y omega 6) son esenciales para la memoria y el aprendizaje. En una persona mayor, los omega 3 y la vitamina A desempeñan un papel protector de las células cerebrales, retrasando así su envejecimiento.

¿La alimentación sana previene ciertas enfermedades?

Seguir una dieta sana ayuda a equilibrar nuestro peso. Las personas con sobrepeso u obesidad son más propensas a padecer ciertas enfermedades como:

  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Diabetes de tipo 2.
  • Hipertensión arterial.
  • Ciertos cánceres.
  • Osteoporosis.

Las verduras y la fruta contienen menos calorías que los alimentos procesados y son ricas en fibra. La fibra tiene un efecto interesante sobre el control del hambre. A menudo, los alimentos ricos en fibra requieren más tiempo de masticación y tienden a aumentar el volumen o la viscosidad de los alimentos en el estómago. Tardan más en digerirse en el sistema digestivo y hacen que te sientas lleno.